miércoles, 24 de septiembre de 2014

Ave Fénix.

Qué curioso es el destino. Un día estás saltando y gritando de alegría por la calle con gente que te quiere, y al día siguiente estás sola en tu cuarto, tumbada, mirando al techo preguntándote que ha podido pasar. 
La gente dice que me he vuelto fría, que he cambiado, que ya no soy la misma chica que cuando me conocieron. La gente dice, la gente dice... pero en realidad nadie sabe.
A veces te enamoras, te ilusionas, eres feliz y crees que por una vez todo irá bien. Pero luego ocurre, viene de nuevo alguien y te destroza. Es impresionante la capacidad del ser humano para reconstruirse una y otra vez, para renacer de sus cenizas como el ave fénix, porque eso soy yo, un ave fénix, que da igual cuantas veces la destrocen, siempre renace de sus cenizas. Pero que reviva no significa que no esté harta de que la maten, de que no dejen que sea feliz. Soy un ave que se conforma con poco, quizá su mirada por el pasillo y una sonrisa. Un beso de buenos días en la mejilla. Un abrazo y un: "hablamos cuando llegue a casa". Un te quiero de vez en cuando quizá, o una cursilería inesperada. Que me coja la mano al pasear. Que me llame en mitad de la noche y me despierte para contarme cualquier tontería. 
Pero ahora mismo solo me hace feliz que mi alma grite. Que mi corazón se expanda y se encoja hasta estallar. Que mi mente se pare dejando solo a los sentidos actuar. Subir a un árbol, y sentarme a ver todo lo que alguien creó. Quizá estar en un tejado viendo volar a mis hermanas. Correr hasta que me duela respirar. Tirarme al mar con ropa, nadar hasta que mis fuerzas se gasten, y ahogarme, sentir el agua salada en mis pulmones, dejar de sentir mis extremidades, perder los sentidos y dormirme, dejar que el mar me haga formar parte de él. Y ser todo y nada a la vez durante un tiempo, para luego renacer de nuevo y dejar que alguien más me destroce. Eso quiero ahora mismo, o quizá no cometer el mismo error de nuevo.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

El espacio que ocupo.

Sentir como que le sobras, que no pintas nada en su vida, que su tiempo no está para gastarlo en ti, que realmente tiene muchas cosas mejores que hacer que hablarte o verte. Puede que yo realmente sobre en su vida, puede que esté ocupando espacio en un lugar lleno. Puede que ese espacio que ocupo, esté reservado para alguien que lo necesita más. Puede que él tenga su felicidad ya, y yo solo sea un obstáculo en su camino. A lo mejor yo debería estar en un lugar dónde alguien me necesitase de verdad. Puede que otra persona me esté esperando y yo nunca llegue por el simple hecho de no querer cambiar nada, porque él tampoco parece que quiera cambiarlo. Puede que yo ya no pinte nada aquí, o eso es lo que él me hace sentir.

martes, 9 de septiembre de 2014

Confusión

Esas noches sin dormir asomada a la ventana y oliendo el aire fresco desde las alturas. Las noches de luna llena mirando a las estrellas y pensando en mil cosas. Las lágrimas en tu rostro al ver que no todo lo que deseas se hace realidad. Ver los edificios a lo lejos y pensar: vive en uno de ellos, y quizás salga a la ventana algún día, quizás me mire y me haga sentir el desorden en mi cuerpo. Pensar en su presencia. Y realmente echo de menos esa sensación. También me arrepiento de no haber hecho algunas cosas... tocar sus labios solo por una vez, sentir sus dedos en mi piel, quizá un te quiero susurrado al oído o simplemente un abrazo. Solo con mirarme me hacía temblar... nunca sentí algo tan puro y bonito. Nunca tuve que fingir nada... ahora sin embargo todo lo que sé hacer es fingir. Siento cosas que no sé lo que son. Es todo una confusión.