sábado, 21 de abril de 2018

Ese día en el que casi te pierdo.

Ese día en el que casi te pierdo,
el mundo se paró por un momento,
el silencio se hizo en mi cabeza.
Sentía vacío hasta en los huesos.
Ese día que casi te vas,
quise correr desesperada hacia ti
para sostenerte un poco más,
para llorarte un poco menos.
Ese día que casi te escapas,
quise salvarte de la caída,
quise aferrarme a tu mano
y no dejarte morir.
Ese día en el que casi no estás,
se me volaron las alas,
se me secaron las escamas
y se me esfumó el alma.
Ese día en el que casi te me ahogas,
quise atraparte en mi red,
tirar de ella con todas mis fuerzas
y besarte cada herida.
Ese día que me dijiste que te querías ir,
quise envolverte en mis brazos
y darte motivos por los que seguir,
por los que no deberías desistir.
Ese día compré el billete de tren,
escapé hacia allí,
fui a por ti
y nos salvé.

domingo, 8 de abril de 2018

Podría escribir sobre ti esta noche.

Podría escribir sobre ti esta noche, sobre tu manera de despreciarme y sobre tu inmadurez sentimental, pero no lo haré.
Esta noche escribiré para aquel que me salvó, para el que tiró de mi brazo y me sacó del charco, para el que me acostó llorando en su pecho y me despertó riendo a cosquillas.
Esta noche el amor no es por ti, es por él. Por él, que me dijo que no era de su propiedad y buscó su nombre por cada esquina de mi cuerpo sin encontrarlo,  siendo feliz al verme a mí sonreír, diciéndome que no eras tú el que me agarraba las alas, que era yo la que me las cortaba por intentar ser lo que los demás quieren que sea.
Si a los demás les duele que sea diferente, son ellos los que tienen el problema de la mediocridad, no tengo que ser normal para gustar, tengo que ser yo misma.
Y si a duras penas me puedo sostener, él está ahí para levantarme, con una sonrisa y un abrazo esperando al otro lado de la puerta.
Mi mirada lo dice todo, solo con verle tengo fuerzas para acabar con lo que se interponga en mi camino, solo con verle se me ilumina la cara y me baila la sonrisa, solo con verle siento que soy más poderosa, solo con verle sé que me va a hacer feliz, aunque sea por un tiempo limitado.

lunes, 2 de abril de 2018

La verdad.

La verdad es que aún no se me ha ido la marca que me dejaste cerca de la clavícula (esa que ya no me tapo), ni tampoco se ha ido tu olor de mis sábanas (esas que aún no he cambiado para poder refugiarme en ellas cuando te extraño). Tampoco puedo decir que lo haya guardado todo, tu caja encima de mi armario se resbala poco a poco, y todas las noches antes de dormir, la vuelvo a colocar para que no se caiga. Sigo esperando tus buenos días cada mañana al coger el móvil y bostezar, y sigo ansiando un "boas noites" de despedida. Quizás no se me vaya nunca este mal vicio de esperar oír tu voz por la calle. Y si abro los ojos en mi cama, nos puedo ver bailando en mi habitación o acurrucados en la mecedora, escuchando nuestras canciones, apropiadas por tu recuerdo. Me paso el día ansiosa por hablar contigo (porque antes se nos hacían eternas las horas sin hablar). Ahora mis días pasan lentos y vacíos, y sé que no van a ir más rápido, porque ya no estás ahí.

Llevo poco sin ti y ya estoy así, no sé qué haré cuando esto se haga permanente.

domingo, 1 de abril de 2018

Ojalá estuvieras aquí.

Ojalá estuvieras aquí mientras respiro.
Con tu aliento en mi nuca,
con tu mano en mi pecho
y tu olor en mi almohada.

Ojalá estuvieras aquí mientras camino.
Con tus dedos en mi mano,
con tus huellas tras mis pasos
y tus ansias en mis labios.

Ojalá estuvieras aquí mientras deliro.
Con tus chistes malos,
con tu sonrisa de descaro
y mis ojos en ti, brillando.

Ojalá estuvieras aquí, tras este frío,
que me quema y remueve
desde el dolor
hasta el olvido.