viernes, 23 de octubre de 2015

Complicarme la vida.

Sé que lo mejor sería que no contestara a esto, que no lo mirara, que no lo supiera. Pero seamos realistas... Quiero que lo lea, que lo sepa y que conteste.
Parece que me gusta complicarme la vida...
Sólo sé que le veo en todas partes, sobretodo cuando dibujo o pinto, me centro y de repente vuelve todo. Voy por un bachiller de Artes, así que esto pasa a menudo.
Solo intento entenderme. Pero parece que cada vez que lo intento, todo se tuerce.
Él era quien mantenía mi cabeza en su sitio, y cuando se fue, yo me perdí en mi misma.
Ahora no sé lo que soy, quien soy o como soy.
Necesito verle, solo verle. No necesita hablar o tocarme, sólo con su presencia creo que podría vivir.
Esto es tan...extraño.
¿Soy una puta?¿Una loca?¿Una bipolar? No...soy yo, y es lo que me toca vivir.
Siempre habrá una persona que sea nuestra debilidad, tú eres la mía.
Todas las canciones hablan de ti.
Eres el único por el que llorar me resulta bonito.
El único que me hace llorar, el único que me llenó.

Por ellos, no por nosotros.

Quiere que le quiera, cuando no le importábamos.
Tuvieron que llegar otros para que él decidiera cambiar.
No cambió por nosotros pero sí por esos extraños. 
No debimos de ser muy importantes para él si no lo hizo hasta después de separarse de mi madre. 
No cambió por sus hijos ni por su mujer, no cambió por el golpe ni por el dolor, no cambió por nuestras miradas, por nuestras lágrimas, por nuestros gritos. 
No tiene tiempo para nosotros, pero tiene todo el tiempo del mundo para ellos.
A veces me alegro de que sea así, aunque odie que no fuéramos suficiente motivo para hacerle cambiar.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Soy una mina.

Quererme a mi es autodestruirse. Todas las personas que se han enamorado de mi han acabado destrozadas. Soy como una mina, todo el que se acerca acaba muerto por dentro.
Conmigo nada es fácil, nunca lo fue y nunca lo será. Soy como un tornado de emociones y contradicciones aleatorias en todos los aspectos de mi vida. Lo cambio todo, giro las cosas y nada vuelve a ser nunca igual. Simplemente no me gusta la normalidad... y eso me lleva a ser como soy.
Nunca acabé de decidirme. No sé a quien quería o lo que quería...me he dado cuenta de que nunca he querido a nadie lo suficiente como para luchar por ello. Que nunca he sentido el verdadero amor. Y que si en algún momento lo sentí, fue con la persona equivocada.