Quédate en la distancia,
en la humedad de aquella tierra,
en el brillo del cielo nocturno,
en el olor a madera quemada.
Quédate lejos,
que no me lleguen tus palabras,
visítame solo en sueños,
déjame arder sola.
Quédate en mi libreta,
donde guardo tu mirada a lápiz,
tu sonrisa versada,
y tus lunares de tinta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario