aprender a deconstruir,
leerte y decidir
en qué mundo quiero seguir.
Sentados en un bar,
riéndonos de nuestros miedos,
mostrando heridas,
cosiendo caminos.
Constelaciones,
pintura en mi mano,
tatuajes y cerveza,
un camino entre la maleza.
El norte en mi interior,
por el exterior vacila el calor.
Dibujas círculos en mi mejilla
y yo caigo en tu descontrol.
Déjame dormir a tu vera,
entre hojas secas de abedul,
suspiros de seda
y sueños a contraluz.
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