jueves, 18 de agosto de 2016

Algo agresivo y cálido nace en mí.

Unos dedos como plumas recorriendo su mandíbula, despacio, con el frío chocando en su calor.
Unos labios besando sus lunares, caminando por su espalda, dando saltos húmedos a través de todo su cuerpo.
Una mirada oscura, intensa, que asusta y atraviesa antes de desaparecer bajo un mar de pestañas.
Algo agresivo y cálido nace en mí.
Dame una sonrisa de esas que queman por dentro.
Quiero hielo en mi cabeza
y fuego en el pecho.
Necesito tu olor aquí,
es enfermiza esta adicción.
Quiero más besos como esos,
más lentos,
más silenciosos,
más cerca.
Morder tu carne, 
arrancarte un suspiro.
Ansiedad
porque el tiempo pase demasiado rápido,
porque nunca sea suficiente.
Siempre quiero más.
Esta angustia de acercarme,
de mis pulsaciones contenidas,
de mi piel vibrando.

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